El observatorio de rayos X e-ROSITA detecta por primera vez la 'bola de fuego' de una explosión estelar
16/05/2022
Un equipo de investigación liderado por la Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (FAU) y del que forma parte Glòria Sala, investigadora del Grupo de Astronomía y Astrofísica de la UPC y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC ), ha podido observar, por primera vez, una explosión de luz de rayos X. El estudio es protagonista de la portada de la revista Nature.
El estudio, que se publicó el 11 de mayo, en la portada de la revista Nature, está liderado por la Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (FAU) y cuenta con la participación del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE), la Universidad de Tübingen y el Leibniz Institute for Astrophysics Potsdam. Por parte de la Universidad Politécnica de Cataluña · BarcelonaTech (UPC), participa Glòria Sala, investigadora de Grupo de Astronomía y Astrofísica del Departamento de Física de la UPC y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), y profesora de la Escuela de Ingeniería de Barcelona Este (EEBE) de la Universidad. Para más información puede visitar la página web de noticias de la UPC
Las nuevas son explosiones estelares imprevisibles que aparentemente aparecen como una “nueva” estrella en el cielo. El origen de este fenómeno se encuentra en la acumulación de material de una estrella de un tamaño similar al Sol (como hidrógeno de las capas más externas) sobre una estrella compañero enano blanco, un tipo de estrella altamente compacta , que tiene una masa similar a la del Sol pero concentrada en un cuerpo celeste con un radio equivalente al de la Tierra.
El estudio de las explosiones de nueva permite encajar algunas de las piezas de la evolución química de la Galaxia y de cómo se ha llegado a tener la variedad y distribución de elementos químicos presentes en el Sistema Solar, después del Big Bang, partiendo un universo inicial con una composición mucho más simple. La observación desde grandes telescopios terrestres, junto con el estudio de las emisiones en rayos X y gamma desde satélites y la modelización teórica a través de modelos numéricos, permiten reconstruir los procesos detallados que ocurren en estos fenómenos explosivos y su contribución a la evolución de la Galaxia.
Por este motivo, la detección de la 'bola de fuego' inicial predicha por los modelos es una pieza clave para comprobar y ajustar las teorías de las explosiones estelares de nueva.
Compartir: